Los primeros meses junto al recién nacido serán de adaptación y búsqueda del ritmo que los guiará hasta que el bebé se alimente solo. Será esencial crear una rutina en la que ambos puedan contar, que contribuirá a aportarle seguridad y organización a tu bebé.
El baño:
Es un momento clave para fortalecer la relación de padres e hijos, que puede convertirse en un momento de diversión y conexión. Intenta bañar al bebé siempre a la misma hora, en un entorno tranquilo y con agua tibia. Evita usar productos fuertes, y aprovecha para relajar al bebé antes de dormir dándole un masaje al terminar el baño.
Los paseos:
Los paseos serán altamente estimulantes para los sentidos de tu bebé, además de ser necesarios para recibir sol y así favorecer la síntesis de vitamina D, esencial para su crecimiento. Evita pasear en horas de mucho sol o de temperaturas muy altas o muy bajas – lo mejor será salir a primera hora de la mañana o a última hora de la tarde.
El sueño:
Con el tiempo, el bebé empezará a espaciar más sus horarios de sueño, y podrá identificar mejor la diferencia entre el día y la noche. Sé paciente y ayúdalo a entender el ritmo de sueño que debe seguir.
El cuarto:
Cuando el bebé alcance los 4 meses de edad, es recomendable darle su propio cuarto para promover hábitos de sueño saludables. Procura que el cuarto sea acogedor y cómodo, apropiadamente iluminado y ventilado, además de estimulante para el bebé, decorándolo de acuerdo a su personalidad.